Argentina es conocida en el mundo por dos deportes en particular: el fútbol y el polo. Económicamente, son opuestos.
El fútbol es el deporte para todos, porque solamente se necesita un balón y puede jugarse en un parque público. En Argentina, es una identidad nacional porque ganamos la Copa Mundial en 1978, aqui en nuestro pais, y en el recordado 1986, con Diego Maradona a la cabeza de ese historico logro.
En cambio, el polo ha sido tradicionalmente el deporte para la nobleza porque cuesta mucho dinero practicarlo.
El fútbol y el polo no son los únicos ejemplos de opuestos en la sociedad argentina. Hay muchas divisiones sociales o económicas que provienen de la cultura y el hecho de que es un país en desarrollo.
Hablando de deportes, culturalmente las oportunidades para las mujeres son muy distintos de las para hombres. Como hay división entre los sexos, tambien hay una división en los deportes entre las distintas clases económicas. Hay clubes privados para jugar a rugby y tenis, así que su practica es restringida a la gente prospera. La excepción más profunda es el fútbol que es accesible a la gente pobre.
Se ve la división económica fuertemente en los usos de caballos por distintos partes de la sociedad argentina. Los niveles altos de la sociedad pueden competir en los deportes de caballos incluyendo el polo, el pato y la equitación. Pero los caballos representan tanto el nivel social más bajo como el nivel más alto de la sociedad. Como se ha dicho, los caballos tirando sulkies no son raros en la ciudad. Son del nivel económico bajo que no tienen los recursos para un auto. gases Esta imagen de Argentina coincide con su estatus como un país en desarrollo y es un poco difícil relacionar esta imagen con la de una Argentina que es campeón mundial de polo.
El polo junto a la equitación y el pato son deportes que requieren muchos recursos para jugar. Cuesta mucho cuidar a un caballo y concursarlo.
Como un país en desarrollo, su éxito en polo es contradictorio, pero en realidad es un vestigio de la historia más prospera de Argentina. El polo sí mismo tiene problemas con la imagen tradicional de exclusividad económica y social.
Pero la verdad es que como el fútbol ha tenido éxito porque todos pueden jugar, el polo tuvo éxito porque justamente no todos pueden jugarlo.
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