Varias veces me pregunto ¿qué es eso de la antiglobalización? ¿Un partido político? ¿Un sindicato? ¿Una ONG?¿Cómo es su organización? ¿Quiénes son sus ideólogos?
Tantas preguntas que resuenan en mi mente, a veces hasta diariamente, y yo trato de buscar un lugar donde pararme, una forma de tratar de entenderlo, y poco a poco creo yo que me voy acercando al concepto clave: una forma de vida.
Es sencillamente el conjunto de protestas de todos aquellos, mujeres,campesinos, indígenas, ecologistas, obreros, estudiantes, maestros,minorías culturales que se ven afectados negativamente por la globalización.
Es también, creo yo, un estilo de vida que te lleva a reflexionar acerca de los cambios que el hombre, guiado por su sed de autocomplacencia sin sentido y vana, en no solo la naturaleza sino en su forma de pensar y actuar. Es tener en mente el desastre para poder salir adelante.
No es evidentemente un partido, es una galaxia que reune a asociaciones muy diversas, opuestas a veces entre sí pero que coinciden en la denuncia de la globalización.
No tienen sede, ni tampoco jefes comunes. Pero se dan cita para manifestar en donde se reúnen los nuevos amos del mundo: el G8, las Cumbres europeas,el FMI, la OMC, el Banco Mundial, entre tantas, y una vez al año en Porto Alegre para el Foro Social Mundial.
Pero aquí no vienen a manifestar ni a protestar sino a sugerir cambios y a proponer soluciones para que por fin, efectivamente, otro mundo sea posible.
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